Método Pikler: el movimiento libre en la crianza de nuestros hijos
- Florencia Belén
- 6 jul 2023
- 2 Min. de lectura
En un mundo donde a menudo se busca acelerar el desarrollo de nuestros hijos, es esencial recordar el valor del ritmo propio.
En este sentido, el método Pikler, desarrollado por la pediatra húngara Emmi Pikler, nos ofrece una visión profunda y respetuosa de la crianza.
El núcleo de esta filosofía es el movimiento libre, que pone el poder en manos de nuestros hijos para descubrir y aprender a su propio ritmo.

Conociendo el método Pikler
El método Pikler defiende que los niños pequeños deben tener la oportunidad de moverse libremente y explorar su entorno sin la intervención innecesaria de los adultos.
Pikler sostenía que los niños aprenden y se desarrollan mejor cuando se les permite descubrir sus habilidades motrices, como rodar, sentarse, gatear y caminar, por sí mismos, sin ser forzados o ayudados a adoptar posiciones que aún no pueden alcanzar por su cuenta.
Pero, ¿qué significa esto en la práctica?
Significa que en lugar de colocar a tu bebé en una posición que aún no ha logrado por sí mismo, como sentarse o ponerse de pie, le das el tiempo y el espacio para lograrlo de forma autónoma.
De esta manera, respaldás su aprendizaje autodirigido y confiás en sus habilidades naturales de desarrollo.
Beneficios del movimiento libre
El movimiento libre ofrece varios beneficios notables para el desarrollo de tu hijo:
Desarrollo físico saludable: al permitir que tu hijo se mueva libremente, apoyás su desarrollo físico natural y saludable. Cada etapa del desarrollo motor tiene su propósito y prepara al cuerpo para la siguiente etapa.
Confianza y autonomía: cuando los niños tienen la oportunidad de aprender y moverse a su propio ritmo, desarrollan una fuerte confianza en sí mismos y en sus habilidades y sienten que el adulto confía en ellos, lo que eleva su autoestima.
Solución de problemas y creatividad: la exploración autónoma favorece la capacidad de resolver problemas y fomenta la creatividad.
Conexión y respeto: el enfoque Pikler también se centra en la importancia de las interacciones respetuosas entre el adulto y el niño. Los momentos de cuidado diario, como el cambio de pañales y la alimentación, son vistos como oportunidades para la conexión y el diálogo.
Es importante señalar que el movimiento libre debe llevarse a cabo en un entorno seguro y adaptado al nivel de desarrollo del niño.

Además, aunque el método Pikler pone el énfasis en la autonomía, esto no significa que debamos dejar de lado nuestra presencia y conexión emocional.
Más bien al contrario, debemos estar disponibles para nuestros hijos, acompañándolos con
empatía y respeto, y estando presentes en su exploración del mundo.
Mi mejor consejo para vos es que te mantengas abierta y flexible en tu camino de crianza.
No existe un enfoque único para todos.
Así que tómate el tiempo para observar a tu hijo, para escuchar sus señales, y encontrarás la mejor manera de apoyarlo.
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